Delia Gil, cuarta generación al frente de Embutidos Luis Gil, un proyecto de ganadería ecológica en el Valle de Ocón, nos cuenta qué es lo que les cautivó de esta zona para decidir criar aquí a sus cerditos felices.
- ¿Por qué elegisteis el Valle de Ocón?
Nos pareció el lugar ideal para nosotros y para nuestros cerditos. Un entorno natural magnífico, de encinas, carrasca y monte bajo, perfecto para criar a nuestros cerditos en libertad. Ellos enriquecen el encinar, y el ejercicio que hacen a lo largo de las casi 100 ha que abarca nuestra finca ecológica ‘El Encinar de Ocón’ favorece la infiltración de grasa en la carne, unos valores muy altos de ácido oleico, y le aporta una cualidades espectaculares.
- ¿Qué aporta esta ubicación al producto final?
Básicamente el estar en zona catalogada como Reserva Mundial de la Biosfera, es un lujo. Este espectacular entorno proporciona tranquilidad a nuestros cerditos, nos permite criarlos en libertad, proporcionándoles bienestar, una vida feliz, sin estrés, en pleno contacto con la naturaleza… Esto, junto con una alimentación a base de bellotas y cereal ecológico que cultivamos nosotros mismos en la finca, da como resultado una carne espectacular, untuosa, jugosa… Además los ya de sobra conocidos valores que aporta la bellota, la ausencia de químicos y antibióticos en la crianza de nuestros cerditos, hacen que sea una carne muy sana, sabrosa y saludable.
- ¿Sentís que lleváis parte del Valle a los hogares de vuestros consumidores?
Sentimos que nuestros cerditos aquí se crían de lujo. Crecen y viven felices y sin duda es algo que queremos compartir con el consumidor, ofreciendo una carne y embutidos naturales, saludables y sostenibles, que cuidan tanto de su salud como del Valle de Ocón y del planeta. Es un modelo de producción totalmente sostenible, que no solo piensa en el presente sino también en el futuro, y basado en el respeto a los animales y el entorno.
- Recomiéndanos algo que hacer en el entorno.
Dar un paseo por Oteruelo, pueblo abandonado de una belleza decadente que atrapa, y donde solo habitan nuestros cerditos. Y después organizar un pic nic en plena naturaleza para disfrutar de nuestros productos ecológicos y otros productos gastronómicos de la zona con amigos o familia, sin prisa y disfrutando del paisaje, la fauna y la flora. Ver el amanecer o el atardecer en el Valle es sin duda otra de las cosas que no nos perderíamos.
- ¿Y sus instalaciones? ¿Son visitables?
Si, contamos con una actividad que llamamos ecovisitas. Es necesaria cita previa. Es una forma de venir con familia o amigos a disfrutar del Valle y aprender cómo funciona la agricultura, la ganadería y producción ecológicas. Incluye visita a nuestros cerditos felices en ‘El Encinar de Ocón ‘ y cata de nuestros productos ecológicos. Se hacen para grupos de 10 personas y el precio es de 15 euros con cata. Los interesados pueden consultar horarios y disponibilidad en el 941 43 64 31 o en el 685 18 14 13.
-Sabemos que cuentan con una iniciativa dedicada a niños…
Si, hacemos visitas para coles y grupos pero en su momento se paralizó con el COVID y aún estamos pendientes de retomarlo. Quizá para el próximo curso.
- ¿Sentís que con una iniciativa tan global devolvéis al Valle lo que el Valle os da a vosotros?
Es difícil valorar o cuantificar eso. El Valle lo formamos también sus gentes, los que viven aquí pero también los que hemos apostado por su desarrollo, instalando aquí nuestros proyectos y sueños. Sin duda el Valle nos ha dado y nos da mucho, muchísimo. Pero es algo recíproco. Proyectos como el nuestro (y los otros emprendedores de la zona) son nuestro granito de arena, nuestra contribución a su desarrollo sostenible y al futuro de una zona que tradicionalmente ha estado bastante olvidada y que aún de hecho es una gran desconocida incluso para muchos riojanos.