Embutidos Maripili lleva años en el Valle de Ocón. Su producto, de calidad, es el sabor de la tradición. El Valle de Ocón es uno de sus ingredientes. Descubre por qué.
-Embutidos Maripili es… “El sabor de la tradición”. ¿Siempre han estado en el Valle?
Sí. La empresa nació como una carnicería ubicada en Galilea y como una forma de dar salida a los cerdos de la granja que ya poseían nuestros padres previamente. Después del éxito de los embutidos elaborados en la carnicería, hubo que crecer y pensar en construir una pequeña fábrica de embutidos.
–Sabemos que su abuela María les enseñó la importancia de los ingredientes para elaborar el mejor embutido. ¿Es el Valle de Ocón un ingrediente principal?
La zona y el aire del Valle de Ocón… influyen seguro en la calidad y el sabor de los embutidos Mari Pili.
-Díganos una fiesta de su pueblo que podamos celebrar con sus productos…
Esa fiesta tiene que ser sin duda el Día de la Virgen, el 15 de Agosto. Todos los años, ese día, se hace una degustación de nuestro choricillo frito y vino de Bodegas Nestares Eguizábal, tras la Misa en honor a la Virgen, en el frontón municipal. Embutidos Mari Pili dona gran parte de ese embutido.
-¿Son las visitas a sus instalaciones una forma de revivir la matanza en los tiempos de hoy?
La Matanza, antaño, era una manera de reunir a la familia en el pueblo. Se hacía una vez al año y era muy especial y entrañable. Ahora, intentamos elaborar el embutido de la manera más artesanal posible pero, como es lógico, tanto el proceso como las instalaciones se han modernizado. Hoy sería inviable trabajar de aquella manera, además de que las autoridades no lo permitirían por temas sanitarios. Lo que sí es cierto es que cuando entras a nuestros secaderos, es inevitable que ese olor tan característico te envuelva y te haga recordar esa época tan emotiva.
-Sus productos son de alta calidad, de confianza y cuentan con el sabor de siempre. ¿Podemos atribuir estos calificativos al Valle de Ocón?
Sin duda que las características de la zona ayudan mucho a ello. Los aires de la Sierra dan un toque ideal para la buena curación del embutido y así lograr ese sabor y olor tan especial.